Traumatismo.-Capítulo 19



Capítulo 19

Traumatismo.-

Me he despertado con dolor en la pierna, está nublado y húmedo y cuando eso ocurre, mi destrozada pierna derecha me da la lata. Me ocurrió el domingo de ramos de la semana santa de 1969, solo hacia un mes que me había comprado una ducati 24 horas, el mismo modelo que ganó ese tipo de carrera de resistencia...en esos años se celebraran carreras dentro del parque, me encantaba participar...Esta es una foto de una de las carreras donde me salí de la curva y me empotre contra las balas de paja de protección, no me pasó nada, el accidente al que me refiero fue en una calle de Sevilla al adelantar a un coche, la pierna derecha me la fracturé por varios sitios, entre ellos el tobillo que lo tenia destrozado y de milagro salve la pierna aunque se me gangrenó por negligencia medica, me la escayolaron con una herida abierta. Ese año tenia dos motos, las dos ducati, una la camellito y otra la 24 horas, el correr era una pasión para mi... la camellito se lo decia yo por esas especie de jorobas...

En ese grave accidente, un amigo que llevaba detrás se quedó sin piel en los glúteos del roce con el asfalto, salió de nazareno ese jueves santo según me contó cuando vino a verme al hospital y lloraba de dolor del roce con la túnica, pero hizo todo el recorrido...yo estuve ingresado en el hospital hasta que llegó la feria y solicité el alta voluntaria bajo mi responsabilidad, no me podía perder la feria aunque solo podía ir apoyándome entre dos amigos, pues no podía apoyar el pie en el suelo....

Le dí un buen susto a mi madre cuando fue a verme al hospital y no me vio en la cama, pensó en lo peor y se puso a correr por el pasillo mirando en todas las habitaciones, hasta que una enfermera le dijo que me había ido voluntario..., en lugar de haberla llamado a ella para que no se preocupara, llamé al hermano de mi novia de aquel entonces, Asun...y los hermanos para irme a la feria...

Mi madre odiaba las motos y me contó un día porque, presencio un accidente de dos motos de frente y se destrozaron la cabeza mutuamente, eso le impacto mucho. Al comprar la moto yo no le dije nada, solo cuando ya la tenia fui a casa con ella y desde el balcón la vio cuando yo la llame, su cara era un poema, me dio mucha tristeza, pero en esa época era muy egoísta...

En una ocasión la vecina habló conmigo y me dijo que mi madre siempre se quedaba llorando cuando me iba en la moto. Aún con la pierna escayolada, me fui a Córdoba en la 24 hora como paquete a ver a la novia de mi cuñado Juan Manuel, a la vuelta nos picamos con un 600 preparado con motor de carrera que solo pudimos adelantar a ciento sesenta kilómetros por hora, redujo la velocidad después de pasarlo y justo en una curva enfrente del aeropuerto, nos reventó la rueda trasera y di mas vuelta que una cabra en un garaje...estaba sin ropa y despellejado pero no me rompí ni un hueso...

Tuve la suerte de que no había lesiones en la cara, me quedé a dormir ese día en casa de Juan Manuel
y al siguiente día, me puse ropa suya y fui a mi medico por que me dolía hasta el pensamiento, el medico lo que me dijo es, te voy a dar el alta antes de que te mates...a continuación llamó a mi madre y se lo contó...Nunca dejé las motos, incluso hace unos años antes de que ella muriera me compré una de gran cilindrada, esa nunca la conoció ella por que la dejaba aparcada lejos cuando iba a verla y jamas le dije que la tenia, ya le había echo sufrir demasiado...
Hoy he dedicado este capitulo exclusivamente a experiencias vividas por un motivo fundamental, muchas veces he pensado que la vida nos castiga de una forma u otra cuando por nuestro egoísmo, hacemos daño a los demás, yo he sufrido mucho después que mi madre muriera por que no me quitaba de la cabeza cuanto la hice sufrir a ella por no pararme a pensar, cuanta tristeza podía generar mi egoísmo que me hacia pensar solo en mi mismo, sin parar en las consecuencias...
Ya no esta conmigo, pero mi dolor sí. Eso me hace disculpar a mis hijos cuando por acción u omisión me hacen daño sin saberlo. Me digo para mis adentros que no tengo derecho al pataleo...

Estoy terminando este capitulo y me estoy riendo recordando cuando Rufo el profesor de gimnasia quería hacerme una foto en la barra fija, me pidió que me subiera a pulso y no conseguí ni moverme, el me decía, arriba, arriba, échale narices, yo parecía petrificado pero me dio una idea, a los catorce años aún no había crecido suficiente y a partir de entonces me la pasaba media hora diaria colgado de la barra esperando que así podía crecer mas rápido al estar colgado...solo conseguí unos buenos callos en las manos y muchas carcajadas de los compañeros y profesores que me veían...di un gran estirón a los diecisiete años, cuando salieron los zapatos de plataforma, tuve uno de doce centímetros y deje definitivamente la barra fija, ya me sentía bastante grande, no necesitaba crecer más...

Ademas, la mujer con la que me casé años mas tarde era altísima, estos zapatos eran ideales para cumplir con las apariencias de esa sociedad que nos hace pensar que el hombre tiene que ser más alto y por si acaso, solo me los quitaba una vez sentado en la cama, hasta el primer día que fui a la playa con ella y le pedí que me soltara la mano...por favor, se van a creer que soy tu hijo...aunque me reía diciendo que me podía pasear debajo de la cama vestido con el capirote de nazareno, el madurar me hizo sentir augusto conmigo mismo por que siempre e escuchado que soy una buena persona y ese es el mayor regalo que me hicieron en la vida desde el colegio hasta la fecha...

Si no os gusta mi vida y lo que cuento lo siento, por que voy a escribir mas, mucho mas...

La mafia no perdona. Capítulo 19

La mafia no perdona. Capítulo 19


La venganzas de la mafia no tienen fecha de caducidad, cuando Rosario mató a su marido Pascual, se había sentenciado a muerte ella misma y no importaba el tiempo que pasara fuera de España, tendría a su regreso la oportunidad que esperaba su familia.
Ellos no necesitaban pruebas para condenarla…

Cuando ingresó en el modulo de preventivos del centro penitenciario Sevilla 2 a espera de juicio, Rosario estaba en el punto de mira de una reclusa que esperaba para ser juzgada por asesinato en el mismo modulo.
Mientras desayunaba en el comedor, un vigilante entró en su celda y puso bajo su almohada un punzón con una nota…ya sabes lo que tienes que hacer…

En el patio, Rosario estaba sentada sola en el extremo de los asientos de una tribuna que miraba a una estatua de la libertad a escala, construida con la ayuda de los reclusos, la rompe huesos como así le apodaban las demás reclusas por su fortaleza, se sentó detrás de ella, dos reclusas se situaron frente a Rosario para distraer su atención y cubrir la atención de lo que iba a suceder…con una mano sujeto fuertemente la cabeza de Rosario y con la otra le clavó el punzón hasta el mango en la nuca, murió al instante.
Las tres se fueron y hasta los cinco minutos no sonó un silbato de alarma de uno de los celadores que corría hacia donde se encontraba una mujer sentada sangrando.

Nadie vio nada, nadie sabía nada…

Al ver la noticia en televisión, Lucrecia con lágrimas en los ojos dijo…
Nuestro pasado corre más que nuestro futuro…adiós mi niña…

Se había quedado sola y nadie estaría hoy con ella para tomar el té, pensó en las consecuencias si dieran con las cintas de vídeos que había en casa de sus amigas y  se dirigió a la finca y al llegar a la verja unos agentes de servicio le dieron el alto.
Por orden del juez, está totalmente prohibido el acceso a esta propiedad.
Agentes, tengo que recoger efectos personales, son regalos de mis amigas que están muertas y a nadie le puede interesar excepto a mí.
Lo siento Lucrecia, pero solo con una orden del juez puede usted entrar.
Lucrecia dio un giro brusco con su vehículo y se lanzó a la carrera  quemando neumáticos, los agentes se miraron…no quisiera estar en su pellejo…


Al convento llagaba una ranchera descubierta que recogía la fruta que se cultivaba, unas cajas con peras se alineaban en el lateral del camino donde unas monjas recogían sus frutos  para llenar las cajas, el chófer se bajó a subir las primeras a la camioneta, miró a una novicia que levantaba el rostro después de haber depositado unas piezas y un campanillazo sonó en su cabeza…se fue al auto y abrió la guantera para ver un cartel de se busca, tenía una recompensa de 50.000 euros y el hombre dejó lo que estaba haciendo y dando media vuelta salió a toda velocidad hacia la jefatura central de la policía…

Zarpazo a un cabrón.-Historia 19

Historia 19. Zarpazo a un cabrón.

Todos sabemos que cuando se le pisa el rabo a un gato se revuelve intentando darte un zarpazo, es un reflejo natural de autodefensa, para evitarlo solo hay que tener cuidado donde pisas...

Pero seguramente Torcuato, no se había enterado de eso, o simplemente le importaba una mierda las consecuencias de pisar una y otra vez a su mujer, no solo no le importaba, disfrutaba cada vez que la pisaba con sus impertinencias y sus vejaciones sobre todo cuando estaban en público.

Si ella en una reunión pretendía participar con su punto de vista, Torcuato metía baza...Rosa, tu cállate que no sabes nada de política, mejor te esperas a que hablemos del planchado de la ropa, aunque lo haces tan mal como todo...Rosa le echaba una mirada felina como si fuera a saltar encima de el, pero callaba.

Rosa se va a la cocina a preparar unos aperitivos y cuando vuelve con ellos, el le grita...pero coño, si acabamos de comer, ¿es posible que seas tan estúpida?...se traga las lagrimas que están a punto de delatar la debilidad que le produce sus insultos, se vuelve a la cocina y hace café para todos.

Entra con una bandeja con la cafetera y la pone sobre la mesa y se sienta tranquila a ver que su marido no dice nada, pero de pronto...Joder Rosa, ¿es que nos vamos a tomar el café directamente de la cafeteara?, no Torcuato, las tazas están detrás tuya, es que no piensas mover tu gordo culo para nada...

Al marido se le enciende la cara y gritándole le dice, eres una perra que no sirve para nada y no te voy a permitir que me insultes de esa forma y menos delante de mis amigos.
Uno de los amigos por fin habla y le dice...Torcuato, no has dejado de meterte con ella y dejarla en evidencia a cada rato y ella a permanecido en todo momento callada sin responder a tus provocaciones y tus insultos...tu te callas Ramón, que no tienes ni idea de lo que es vivir con una descerebrada como esta.

Ella con lagrimas en los ojos le dice...te pones como un león delante de tus amigos para lanzar tus zarpas contra mí y cuando tienes ganas en la cama eres como un gatito implorando mimos, pero estoy harta de tu falta de consideración y respeto, a partir de ahora ejercita tu mano y a mi déjame en paz... Pues si ya no me vas a servir ni para la cama, mejor te vas a casa de tu madre...

Rosa se levanta y tomando unas fotos de su bolso las tira sobre la mesa a la vista de los presentes, está desnuda sobre una cama abrazada a un divo con torso de luchador y un bate de béisbol adornando su entrepierna y le dice, tus insultos me han llevado a refugiarme en los brazos de otro hombre que me transmite seguridad y respeto y sobre todo recobrar la suficiente confianza en mí misma para volver a tener esos orgasmos que perdí contigo...por supuesto que me voy, pero no a casa de mi madre, me voy con él.

No hay peor zarpazo para un hombre, que el de dejar sus cuernos al descubierto delante de sus amigos y esas señales que dejan, no desaparecen de su mente tan rápidamente como los arañazos en el cuerpo.

El cementerio crece.-Capítulo 19


 
Capítulo 19.-El cementerio crece

En las chozas había mujeres y niños desmembrados, la sangre cubría parte del piso de tierra, pero no se habían comido ninguno de los restos, el mensaje les llegó claro a todos, era una advertencia y una cruel carnicería. Lucrecia lloraba sin disimulo, Javier lloraba y cada hombre lloraba como un chiquillo, aquella barbaridad superaba a todo lo que hubieran pensado. Después del shock inicial, Lucrecia les pidió calma y que los más importante era fortalecer el sitio para pasar la noche. Tomaron piedras planas de pizarra que abundaba en la zona para hacer una barricada frente a la campana, acumularon una gran cantidad de leña a la que prendieron fuego y tres hombres con escopetas permanecerían despiertos hasta que amaneciera.

Al amanecer, no había duda por los cansados ojos, que nadie había podido dormir, pero una labor era urgente, enterrar a las mujeres y los niños antes que se produjera una epidemia. Llevaron cabezas, torsos y cuerpo hacia el cementerio donde solo reposaban hasta el momento los restos de dos inquilinos, el hijo que llevaba Javier y Eva al instalarse en la aldea, que murió violado y asesinado por Fray Tomas, la pareja de Lucrecia y el mismo Fray Tomas, decapitado por Lucrecia mientras dormía.
Hicieron una fosa común para enterrar todos los restos y con una gran cruz echa de troncos de castaño, señalaron el sitio rezando por primera vez todos juntos una plegaria.

Cuando terminó la corta ceremonia, los hombres que se habían quedado sin sus mujeres y sus hijos, decidieron marcharse de la aldea, dejaron atrás todo lo que tenían para ayudar a los que se quedaban que solo eran, Lucrecia, Javier y tres buscados por la justicia que no se atrevían a moverse de ese paraje solitario y a salvo de alguaciles o cazadores de recompensas.

Se dedicaron a fortalecer las chozas y colocar trampas en todo el perímetro, sobre el suelo rodeando toda la aldea, colocaron cordeles de cáñamo atados a unos pequeños palos de madera de donde pendía un par de cañas secas muy cerca una de la otra que sonarían en cuanto tocaran las cuerdas.

Contaban con las tres escopetas y tenían víveres que dejaron los que se marcharon para pasar una corta temporada sin tener que salir a cazar, en los pequeños huertos también tenían existencias de temporada y eso les daba cierta tranquilidad en cuanto a subsistencia, pero el peligro potencial sabía que estaba acechando continuamente en las proximidades, un peligro que había que tomarse en serio si querían seguir con vida.

Lucrecia rondaba los cincuenta años y pese a su apergaminada piel por el sol y las inclemencias, conservaba un cuerpo aún deseable, nunca hubo entre ella y Javier un acercamiento en el sentido sexual, pero estaban viviendo juntos en la misma choza, el cariño los unió por las desgracias vividas juntos, la soledad de ambo fue propicia para un acercamiento mas intimo y descubrieron en el sexo, algo más que un apetito carnal, la primera vez que lo hicieron, lloraron los dos abrazados antes de dormirse.


Por la mañana hablaron de los planes futuros, en la aldea no se podían quedar expuestos continuamente a la amenaza potencial de esos seres nacidos de una pesadilla y decidieron abandonar la aldea…No se iban definitivamente, querían hacerse del material que necesitaba para volver a la cueva y acabar definitivamente con esos asesinos…Tomaron el camino del pueblo para cumplir sus planes…